25 de maig 2011

Qüentos Qüánticos: Un científico muy loco... quentosquanticos.blogspot.com

La base caótica de la última dimensionalidad en una esencia sin temporalidad ni espacio conceptual, muestra un rastro perceptivo radial y espectropsíquico que confluye en su mismo reinicio....
-apunte eso señorita-.
A este chiflado se le entiende cada dia menos,-refunfuñó la ayudante-.
El científico, de unos setenta y tantos años, algo encorvado y con ropa de calle pulidamente pulcra, se desprendíó del ultradimensional casco quántico.
La barrera espectral del último de los últimos componentes esenciales de la existencia no parecía querer surgir de modo coherente. Los aceleradores de partículas habían quedado relegados y reducidos a elementales anécdotas mastodónticas y en su lugar se aplicaban conjeturas de índole supraconsciencial en busca de un origen aleatoriamente quasi-mental. El campo expansivo de tal característica universal era también por tanto quasi-infinito y con una coyuntura más concreta hacia el origen no-creacionista, sin "big-bang ni crunch".
-Comprendo mejor el sentido último de la existencia que me aportan objetivamente las flores de mi jardín...que desde la profunda y misteriosa inexistencia de los quantos que voy encontrando en mis paseos experienciales-.
Aquel megalómano personaje llevaba gran parte de su vida aferrándose al propósito de desentrañar la pregunta sin respuesta de...¿que es todo esto?. Así mismo, la sala en la que realizaba sus ensayos era la pura abstracción proyectiva del holografismo enlatado que controlaban un par de computadoras quánticas de bolsillo de última generación aún no conocidas, capaces -si se les consultaba- de predecir circunstanciaciones manifestables con meses de antelación. Pero estos mega-eficientes soportes asistenciales tenían marcados sus límites actuantes...La señorita ayudante era igualmente otra especulación psíquico-proyectiva con inteligencia artificial deductiva, que el mismo cerebro conceptuaba como algo real, con personalidad y consciencia; como otro ser humano más.
-Señorita, en todo el tiempo que lleva ud conmigo, jamás la he oido preguntar nada acerca de su origen y su destino...
-Profesor, le respondió la ayudante proyectiva...¿de qué me vale una pregunta si no contiene respuesta?.
-¿Quien le ha dicho que no hay respuesta en esa pregunta? le sugirió aquel penetrante chiflado.
-¿No le parece que la respuesta a lo que ud busca se encuentra en la misma pregunta? le sugerió la proyección.
¿En la misma pregunta está la respuesta de dónde y del cómo surgió el origen de todo?.Pues no veo esa respuesta por ninguna parte...
-Exacto profesor, le contestó ella. ¿No cree que la dualidad pregunta/respuesta es una misma cosa?.
En todo caso sería media pregunta y media respuesta, le respondió el científico.
Entonces...,le preguntó la ayudante proyectiva: ¿porqué no se planteó nada antes de existir?...
El profesor la miró sorprendido esperando observar alguna perturbación electro-magnética o extrapolación psiquico-quántica en el entorno de su figura, pero solo contempló una mirada burlonamente humana que le desafiaba desde la supuesta inferioridad subliminal.-¿Lo dice en serio?.
-Completamente,le lanzó ella, sin la más mínima duda.
-Ummhh...,tal vez era porque yo no existía, le soltó sorprendido el científico, ¿no le parece?.
La especulación proyectiva del ente psíquico de las dos mega-computadoras quánticas no debió de dar un paso tan atrevido frente a una mente dedicada y preparada para buscar respuestas pero no para encontrarlas. Eso le traería la confluenciación de consustanciaciones problemáticas sin resolver para una constante infinita que le llevaría de nuevo a la nada. Pero insistió...
-Profesor, ¿puede el ámbito de la existencia impedir que lo que no-existe se haga preguntas de un modo u otro?. Pues ahí es donde se manifiesta la respuesta que no existe...en la no-existencia.
Sin pensárselo dos veces, el científico que estaba sumamente loco, manipuló el programa computacional de los procesos proyectivos cambiando el espectro conceptual informativo, y al instante se desvaneció la imagen aparentista de la ayudante, dando paso a otra manifestación de ente expontaneo en una concatención holística.
Seguidamente, el estrafalario y loco científico se colocó su casco ultradimensional quántico para adentrarse una vez más en lo profundo que cabe suponer. Tras pasear aleatoriamente por quantos y más quantos durante un lapsus de tiempo infinitamente detenido en un instante, se dirigió a través de las ondas cerebrales a su recien creada ayudante, para dictarle: La base caótica de la última dimensionalidad en una esencia sin temporalidad ni espacio conceptual muestra un rastro perceptivo radial y espectropsíquico que confluye en su mismo reinicio....
-apunte eso señorita-.
Esta refunfuñó, pero no dijo nada más....de momento.

Despliegue farfullero

Ingente desengaño y nueva artimaña de connivencia dadaista. El guión estaba decantado, el artilugio se confabulaba con la desidia teatrera de la puesta en escena...un homenaje a la labor de dos insignes autoridades conceptualistas de largo entramado nacionalístico. Que premien con más especiales laureles, que no se seca el bolsillo de la "temebé", que el ojo no guiñe más que para encantar un instante, que no cieguen la voz plumera teclística del ensoñador.
Mis carambolísticas probabilidades estaban hechas con sensitiva enajenación mental muy previas al desenlace final de la otorgación malideciente. Y no es que no se lo merecieran por méritos acumulados en años de intenso trabajo....Muy al contrario, pero no era el lugar ni el momento. Dos ganan perdiendo fuelle y el resto, cientos, pierden ganando razones para no fiarse de los murmullos saloneros en casas de postín de quienes eran, son y reseguirán induciendo a lo sano del ejercicio escribiente y otros a una concupiscencia doblegada al amigoteo fraternal. ¡¡Que os vaya bien, anacrónicos rememorandos del pasado!!.

12 de maig 2011

SOTERRAMIENTO PARTICIPATIVO

La connivencia hacia determinados participantes y sus implicaciones conceptualistas, convierten el a-premiante con-cursillo trans-portero en una estafe-ta de simil-ar característica curriculun-tera. ¡¡ ESTAFUS-EST !!

15 d’abr. 2011

oigo gente borracha cantar por el balcón

Borrachuzos de postal, profanos energúmenos, cantores autocomplacientes! Miraos, como os reís, como os regocijáis en vuestra desvergüenza de tres al cuarto, como desplegáis vuestra faceta más camaleónica con ese mágico brebaje que os eleva a dioses de vuestro metro cuadrado! Yo, malditos travestidos del alma, os pregunto: ¿Qué coño os creéis qué es el mundo? Tal vez transitéis por estos años convencidos de que el mundo es un entendimiento planetario, o un ente sociológico en el que, para colmo, sois fuente y depósito . Malditos! El mundo es aquello que percibís desde vuestra condición física, desde la posición espacial, desde la experiencia que os constata. El mundo está acotado, no hay mundo tras esa montaña que atisbas desde tu ventana, porque detrás de esa montaña no hay nada. Y si cierras la ventana, detrás de la ventana no hay nada. Y si corres la cortina, no hay ventana! Eres lo que ves, oyes, sientes, hueles y saboreas. Lo que te hace ser materia sensible es aquello que te rodea, y aquello es lo que sientes! Entonces, maldito ser pusilánime de corta zancada mental, te invito a que dejes de saltar y agitar los brazos, de arengar a tus congéneres con tus eventuales torpedos de ocurrencia bañados en saliva sobrante y pretensión coagulada, de bailar y de vocear cerca de la gente normal que, a tu parecer, te deben su lealtad, de aquél que, a tu poroso entender, esté lo convenientemente sobrio para percatarse de lo vacua y frustrante que resulta su existencia de ser sobrio y pensante y terrenal, y de desdoblar tus cánticos e ingeniosos comentarios que se visten de espontaneidad y que mueren con la luz del sol o, si esta no amedranta tu vanidad, de vuelta a la cruda percepción del mañana, aquella que hace de la inexorable e intrascdente rutina humana una máxima!! Porque el mundo es aquello que te rodea, y en ese axioma te eriges como un Dios universal y monocéntrico, y el cacareo de las gallinas autocomplacientes que tienes por consortes ponen sus huevos en tu mente turbia y te ciega, y bebes, y no piensas ni crees más allá de tu brebaje mágico, aferrado a tu mano como si fuera un corazón de repuesto, porque recurres tantas veces a él que es como un líquido que bombea en tu corazón y te riega el cerebro y sin él no te sabes, no te encuentras, no eres nadie... coño, deja de beber para sentirte arropado, y díselo a tu amigo, porque él tampoco se entera, y levántate un domingo pronto y leete un libro y haz una excursión y piensa un poco (sic) alcohol, alcohol, alcohol, hemos venido a emborracharnos... y el resultado, es obvio

23 de març 2011

Santo volvamos

Bueno, después de casi un año, y tras infructuosos intentos de que este blog fraguara, vamos a darle un poco de vida aprovechando que nos quedan por delante unas tres semanas de concurso. Luego, todo se verá... aunque pienso que este blog está condenado al abandono sistemático entre edición y edición; esa es su tragedia. En todo caso, si hacemos un poco de promoción del blog en el concurso tal vez pueda sobrevivir al indefectible egocentrismo y cinismo de los escritores, que alcanza niveles atómicos cuando se abre un concurso, y que se aplatana una vez desaparece la posibilidad de escribir y ganar algo por ello.

Total. Yo emplearía este espacio para compartir relatos (tmb o no tmb), inquietudes, escritos de interés, etc... e intentar darle vida. Cierto que será complicado puesto que el poco tiempo que la mayoría disponemos lo debemos gastar en devanarnos la sesera y escribir algun relato más, pero puede ser provechoso emplear cinco minutos en colgar algo y comentarlo. Bueno, salud a todos.

Margenet

22 de març 2011

Sant Tornem-hi!

Un altre any, torna a començar el Concurs de Relats Curts a TMB!!

En breu espero que això torni a rutllar, després del llarg hivern amb la seva llarga hibernació!!

Anirem posant els relats, sembla que hi ha un relat guanyador del dia - que serà finalista automàticament - i ja s'ha tornat a començar, així que comentaris, gent que vulgui participar al blog, ja sabeu, els mails de la dreta!!

Espero que tothom es pugui retrobar des de la última ocasió xD.


Aquí teniu l'enllaç.





FD Sir Darkest

13 d’oct. 2010

Subtravelling

Mentre esperem el pròxim concurs de relats curts, escrivim o pensem idees, o simplement ens oblidem d'aquest petit racó, us poso la publicitat d'una cosa que segurament haureu vist des d'avui a les pantalles del metro on passen moltes de les nostres històries.

Ja ha començat el Subtravelling, la II Mostra Internacional de Curtmetratges al Metro. Us deixo aquí l'enllaç.




FD Sir Darkest

13 de set. 2010

Un par de ideas

Hace poco vi un par de cosas fugaces en el metro que pueden ser munición literaria, y que os pongo en bandeja.


Volviendo de trabajar, en un vagón lleno e impersonal, no hace falta que os diga más; a mi derecha vi una chica. Con un jersey abierto de lana blanca, un bolso pequeño de cuero marrón cruzado al hombro; con el pelo abundante y corto, recortado por toda la nuca, y de una tez morena y tostada al sol mediterráneo durante siglos y generaciones. Tenía una belleza misteriosa, y estaba de frente a pocos centímetros de la puerta, preparada para salir a la siguiente estación. Ni tan siquiera supo que alguien la observaba, pues de su ojo brotó una lágrima que cayó en vertical, resbalando por la mejilla. Su mano la borró sin dejarle tiempo de seguir su viaje, pero al cabo de poco otras lágrimas, igual de fugaces, salían de ésos ojos abismales. A pesar de todo ésto, nuestra protagonista en ningún momento hizo amago de sollozar, no emitió ningún sonido, no hizo ningún movimiento delator. Silenciosa y escondida, lloraba, yo diría que de pena, por algo que sucedía por encima de nuestras cabezas. Y evidentemente,nadie se dio cuenta, sólo alguien en el sitio y el momento adecuados.



La otra cosa fugaz es más sencilla xD.


En un tren que entraba en la estación con el ruidoso viento que todos conocemos, la conductor no estaba sola. Junto a ella había otra mujer, y ésta sujetaba sobre una parte de los tableros a un niño con ojos fascinados. Delante suyo veía deslizar hacia un lado todo el andén lleno de gente, esperando poder subir al tren. Dentro de los oscuros y fríos túneles, podía ver como las vías siseantes desaparecían bajo sus pies. Una experiencia que, seguro, nunca olvidará, y que muchos otros niños evidiarían. Un viaje a las tinieblas?




Pues nada, espero que todos hayáis pasado un buen verano y que nos os haya afectado mucho la rentrée.




FD Sir Darkest

25 de jul. 2010

Un mar en el Sol

Soñaba el rey Sol con tener un mar lleno de criaturas marinas hiciendo con sus gamas de colores un manto de arcoíris líquido. Soñaba con nubes descargando el nectar fluido e inundando los valles de saltonas ondas ininterrumpidas, empujadas por torrenciales manantiales de rios, chorreando inmensas masas de transparencia; vaciando y llenando su superficie dorada de imposibles.
El rey Sol sabe que tiene que entregar el sustento energético a una esferita azulada donde todo está infectado de organismos multivariados; porque en sí mismo él es estéril.

28 de juny 2010

Aquello

Hola!

Veo la cosa un poco decaida. Acabo de terminar 2 cuentos de terror y acción que se complementan formando la historia que he titulado Aquello. También forma parte de mi recopilatorio de cuentos pero he creado una edición especial para mostrarsela a la gente.

Os dejo el enlace a continuación:


edit: Cambio el enlace ya que he corregido un pequeño error.

http://www.megaupload.com/?d=TUOQO95B


Si veo que nadie comenta nada y que esto sigue igual de decaido me borraré del blog :(

3 de juny 2010

Ocaso

Como lo prometido es deuda, aquí os dejo el cuento introductorio de mi recopilatorio titulado Desde la oscuridad hacia la luz al cual he llamado Ocaso. Humildemente espero que os guste :)

"Cierta noche tormentosa, acompañado por el sonido de las gotas al repicar, meditabundo y cansado, trataba de reflexionar, incansable y tenaz, sobre las historias que difusas e inacabadas, cada mañana lo venían a atormentar.

Angustiado, enfurecido y desesperado, en los folios las intentaba revivir, mas no era por falta de traza, pero nunca su cometido lograba conseguir.

Una vez más, su pluma, sobre la mesa dejaba caer y otra historia, inacabada, a la pila iba a morir. Ausente y consternado, otra noche la volvía a observar y ante ella, cual niño pequeño, de nuevo se echó a llorar.

De repente, una luz, cegado le dejó y un gran estruendo inundó la habitación. Suavemente, la certeza de una presencia le ha de perturbar, ¡pobre escrito infeliz!, alguien le aguardaba en el portal.

Saboreando el miedo, poco a poco, se ha girar y la frialdad de una presencia oscura él ha de palpar.

Con un rápido movimiento, abría la ventana de par en par y bajo la tormenta, totalmente enloquecido, todos sus escritos lanzaba sin dudar. Sonriendo como hacía años que no se le veía, hacía la puerta se dirigió y feliz, entre las sombras, desaparecía sin más.

Su inspiración, por fin, se llegó a materializar."

Convulsa paranoia

Trémulos compases de adrenalina cabalgaban ráudos a través de los pensamientos, congestionados por la extrema aceleración de la enorme mole. Un vértigo de resoplidos nocturnos acometian sin compasión a mis repámpanos auditivos, los cuales eran incapaces de decodificar aquel cúmulo de chirridos bramantes y agresivos. La abertura cristaloide, por el que asomaba la insigne computadora mental de mi consciente, cedió vencida, tras lo cual, una élite informante de órdenes hicieron que me replegara hacia el interior del habitáculo móvil.
A partir de ahí, continué el trayecto sentado, leyendo algo de fantasía galáctica mientras era trasladado por el paralelismo sempiterno de la dura línea viaria.

28 de maig 2010

matasanos!

El octogenario Ramiro Soler maldecía continuamente a todo el que ejercía el oficio de la medicina. - ¡Son todos unos matasanos! ¡Qué no voy! ¡Si yo me encuentro perfectamente! - repetía incansable. Llegó al hospital y al apearse del ascensor de la tercera planta atisbó rapidamente el número de la consulta que la chica de recepción le indicó. El abuelo entró apresurado pero se le anquilosó el decrépito cuerpecillo al ver como dos hombres abrían en dos el tórax de un cadáver.

- Perdonen, me he equivocado y... - enmendó el anciano
- No, no señor Soler. Acomódese en la camilla contigua que ahora le toca a usted.

26 de maig 2010

el tren no tira....

aburridillo el penúltimo vagón....

21 de maig 2010

Un dia al año...

El servicio de asuntos sociales de la TMB pone a disposición de la periférica estratosfera de los olvidados del metro, las siguientes prácticas cívicas:

-Entrega de bolsas con bocadillos, pastas y agua,
un sencillo pack de aseo personal,
esterillas,
y una T-10.

-Un dispositivo de ayuda humanitaria en contacto permanente con obras sociales para atender a los más desahuciados.

-Ayuda de un grupo de voluntarios para la 3ª edad, informando sobre trayectos y acompañándoles por rutas complejas.

-Publicidad dirigida a los usuarios del transporte subterráneo para que seamos más atentos y considerados, ese día, con las necesidades de los pobres.

Música de Wagner.

-Sería un bonito día.

19 de maig 2010

El rodamón

Aquest és un relat de la Isolda, una escriptora que ha volgut pujar el relat però que encara no es decideix a ser col·laboradora. Si voleu tocar-li el crostó perquè s'animi aquest és el seu bloc xD :D. I aquí hi ha el link a la publicació del concurs de TMB. La foto ha sigut costosa de trobar, i no ha pogut ser del metro de Barcelona així que si algú fa o troba una foto que escaigui, que avisi!! xD



El rodamón

Jo sóc aquell que viu els dies sota les cases i els carrers. Faig infinits viatges sense validar cap bitllet. Jo sóc aquell que no distingeix on acaba la foscor de la pols i les cascades de ciment. M'embruto a poc a poc, m'engrogueixo, m'enfosqueixo en coves humanes sense fons, en andanes de plafons i fluorescents. No conec ni sol ni lluna ni estels. Només escales automàtiques, taquilles i estacions.
El Metro sempr
e ha estat un no-lloc, un espai per a tots però de ningú. Cada dia veig desfilar un cercavila de cares diferents, engabiades en les propis maldecaps, fent i desfent somnis i il·lusions per separat. Així ho veig la major part del meu temps tot i que a vegades, quelcom em fa canviar d'opinió.
Jo sóc aquell que espera en tots els bancs i racons: una mà que m'acompanyi a estones sense rellotges, a nous tra
jectes sense tornada ni destinació. Però sovint, molt sovint, estic sol, aixoplugat per un únic fanal: el de la indiferència. Desafio les papereres i aquells que desitjarien veure-m'hi a dins. No temo fer-me a gran però cada dia tinc més son. M'estripo i em rebrego lentament com un tronc en flames en una llar de foc.
Em trobareu adormit a les andanes. Pareu atenció.
Tot i així, en els moments de companyia, en aquells escassos moments de calidesa, tot es capgira, tot s'esdevé en un meravellós miratge. Sóc el blanc dels més curiosos, dels ingenus i
els perduts. Amb ells, puc passar les hores obert de bat a bat. Deixo que em recorrin sense por, que em xafardegin, que em qüestionin. Llegir-me no és una llauna. Sóc un llibre rodamón però amb la força i l'esperit d'un que no ho ha hagut de ser mai.
Per això, encara, de t
ant en tant penso que m'equivoco. El Metro és la llar de molts: la dels somniadors o la dels que volen agafar aquesta son . I sobretot, és la porta dels inicis: de projectes i esborranys, de pàgines en blanc que un dia s'ompliran. Un pou d'il·lusions.

Naufragi

Aquest és un relat d'una tal Montserrat Ramon Valls, àlies Nomar, i el penjo aquí a petició de Sam, que als comentaris de l'entrada sobre els guanyadors així ho expressa. Aquest és el link a la publicació original de TMB. Si algú troba o fa una foto que s'escaigui més al relat, que ho digui! He fet el que he pogut xD.



Naufragi


Un altra dia de rutina, encara arrossego les imatges i les sensacions terrorífiques dels somnis de la nit, no tinc por perquè ja els conec i sé d’on neixen, i no puc sortir corrent, estic paralitzat.
Aquest nus a l’estómac, les nàusees que sento al mirar al meu voltant. El desig de viure amb tranquil•litat interior, el desig de no sentir aquesta por a viure, no sentir l’atracció a la que em sotmet la mort.
Mentre em dutxen passen pel meu cap imatges de com acabar amb tot, un cop m’han vestit em reconcilio amb mi mateix i amb el món, res important ha canviat des del dia de l’accident.
Surto al carrer en un acte heroic, des de la cadira de rodes enyoro la meva independència.
Baixo per l’ascensor a l’an
dana, arriba un metro, no el puc agafar perquè va ple i la gent es posa davant meu fent una barrera, no em miren, només destorbo amb la meva cadira, potser algú em mira descaradament com si li fes pena veure’m així, aquestes mirades em produeixen ràbia.
Quan arribi el pròxim metro estrenyeré l’accelerador.
Sento com s’apropa el metro, una noia somriu i em diu:
- Aquest metro no el deixarem passar, nosaltres serem els primers en entrar.
Penso amb el conductor del metro, amb la meva família, no hagués estat just llançar-me a la via, tampoc ho hagués fet, però de cops és difícil controlar la desesperació.
Un cop dins el metro miro a la noia que ara té un llibre a la mà, sense saber-ho m’ha rescatat d’un altre naufragi.



18 de maig 2010

Guanyadors de la IV edició del Concurs de Relats Curts de TMB 2010.

Senyores i senyors, lectors, col·laboradors, passavolants... TMB ja té els guanyadors d'aquesta edició del Concurs de Relats Curts de TMB. Són aquests:

1er Premi: Desconeguts, per Magalí Frappant Bas, àlies Moony.

1a Menció Especial: Mi experiencia, per Juan Arcas Patricio, àlies Visitólogus.

2a Menció Especial: Juntos en el metro, per Salvador Robles Miras, àlies Macondo.


Com veieu, va tot enllaçat als relats de la web original i a continuació els podeu anar comentant als comentaris.

Felicitats a tots tres!! Esperem que tard o d'hora s'animin a entrar al Penúltimo Vagón.

4 de maig 2010

¡Sacadme de aquí!

Holaa... Como veo que no aparecen nuevos relatos de los aquí metidos, (guiño-guiño xD) pongo otro de los míos que también me gusta bastante. Éste es el enlace al relato original, y éste otro un enlace a un artículo de los foros del RacóCatalà.com donde hay detallada información histórica sobre el metro antiguo, las estaciones en desuso, y todo con abundantes fotografías y textos. De ahí he sacado la foto para éste relato - que ni siquiera ha podido ser de la estación que sale en él - y creo que os gustará. Además, es una fuente de más ideas para más relatos xD


¡Sacadme de aquí!

Es ya de noche, y el último metro va casi vacío, con pocos pasajeros, más dormidos que despiertos. Estoy en la línea cinco y veo que se acercan por el pasillo central dos personajes. Las ropas caídas, gastadas y manchadas aquí y allá denotan un cierto misterio que se refuerza cuando les distingo la cara. Por lo menos, llevan más de cuatro días sin que sus mejillas conozcan cuchilla alguna, y caminan con una prisa mal contenida que levanta sospechas funestas.

Se van acercando, sin parar siquiera atención a los asientos, delante de los cuales van pasando inexorablemente, pues ahora se han dado cuenta de mi presencia: “es él”. El metro frena bruscamente. La inercia de las
correspondientes toneladas de tren desequilibra a mis maleantes y me obliga a agarrarme, mientras el chirrido de las ruedas se clava en nuestros oídos. Me levanto, y noto mis pulsaciones aceleradas, pues tengo a mis agresores a la otra punta del último vagón del convoy. Entre ellos y yo sólo hay un chaval de rasgos mulatos, dormido con una ridícula gorra tapándole la cara.

Por la ventana distingo unas formas que no son propias de un túnel, parece que hay bancos, una pared de baldosas… es la abandonada estación de Gaudí. Los dos maleantes están ya a mitad de vagón, y ven que mi expresión traspúa miedo y tensión. Entonces me abalanzo sobre la palanca de alarma y la acciono. Una sirena estridente rompe a chillar por todo el metro; los dos personajes se miran sorprendidos mientras en medio del caos que ya he provocado, falla la electricidad. La luz va y viene unos segundos hasta que se apaga, quedando sólo las tenues bombillas de emergencia.

Por suerte, ya estoy fuera del metro. En medio de la confusión he logrado abrir las últimas puertas del vagón y estoy en un andén abandonado. Oigo gritos y voces por encima de la omnipresente sirena de emergencia, todo transmite caos y miedo. Pero mis agresores se han reubicado, y miran a su alrededor. Los pasajeros comienzan a salir a trompicones, y yo arranco a correr por el andén. Los dos me ven al instante y salen tras de mí. Tengo la vista acostumbrada ahora a la oscuridad, y distingo las tenues sombras de la gente en el andén, que voy esquivando como puedo mientras oigo detrás que mis agresores no son tan cuidadosos. Llego al otro extremo del andén, a una salida que incomprensiblemente está abierta. La oscuridad es más densa, pero a mano derecha queda la escalera mecánica que en su día subía a la gente. Subo los escalones de diez en diez, sudando por todos los poros de mi piel y con las pulsaciones a cien.

Oigo unos vozarrones de alguien que intenta imponer autoridad. Me paro un momento jadeando como un perro, mis perseguidores están aún en el andén. Veo como se enciende la potente luz de una linterna de tubo, suenan otros gritos que parecen órdenes. Pero de repente, se oyen tres detonaciones, seguidas, y la luz de la linterna se queda quieta después de caerse, iluminando el suelo lleno de polvo. Oigo pasos apresurados y algún grito cercano, mientras a lo lejos la sirena ha dejado de chillar y ahora chillan los pasajeros de miedo ante los disparos. Sigo subiendo y llego al final, oigo otro disparo y un moscardón pasa zumbando y se estrella en el techo. He llegado arriba, salto unas polvorientas compuertas de tres tubos y corro apresuradamente hacia la salida. Me doy de cara contra pared metálica, que cierra la salida y a la que aporreo desesperadamente con todas mis fuerzas. ¡Sacadme de aquí!





FD Sir Darkest


23 d’abr. 2010

¡No!

Éste es un relato que no versa sobre el Metro, pero no creo que nos estiremos los pelos por ello, y también por la temática quiero incluirlo aquí. Éste es el enlace a la publicación original, a la hora en que se escribe todo ésto, recién salida del horno. ¡Que os aproveche!


¡No!


Allí está. Lejos. Muy lejos. Está parado en la parada, con sus puertas abiertas a todo el mundo. Unos bajando, otros subiendo. Curioso paralelismo con la vida misma. Pero sigue lejos. Muy lejos. Arranco a correr. Sí, hay que hacerlo, no hay más autobuses, es el último, el definitivo, tras de él no hay nada. La nada. A veces tengo la sensación pecaminosa y cobarde de rendirme, de echarlo todo por la borda, de dejar perder al maldito autobús para postrarme ante La Nada. Pero no, mis piernas corren, mi cuerpo corre, mi corazón palpita desbocado, la cabeza me va a estallar.

Lo veo des de atrás, con ése color rojo, la matrícula bien clara con sus números y letras, los respiradores del motor, las siluetas oscuras a través de la luna trasera de los viajeros sentados en el extremo final del vehículo. Una franja negra en la parte superior aprisiona el número que identifica al autobús y la línea que sigue. Qué más da, si tan lejos está. Las puertas siguen abiertas, pero las traseras ya se han cerrado. Aún queda gente por subir, poca, y con un pie en el aire. Aprieto más mi carrera contra-reloj, contra el autobús, contra su conductor, contra los pasajeros que van subiendo, inexorables, sin siquiera mirarme en mi locura por llegar a ellos.

El pie derecho del último pasajero desaparece. Alarma, piensa mi maldito cerebro. A ver si estalla ya de una vez. No noto mis piernas, ni mis pies, ¿acaso noto ya mi cuerpo? Corre, pienso yo; corre, piensan tras de mí las Furias; corre porque no habrá más oportunidades. Fatigado, la respiración ronca, me acerco ya al autobús. La visión borrosa y los latidos de mi corazón lo llenan todo, pero paso al lado del morro trasero del autobús, que para más desesperación, tiene diez metros más de articulación.

El cruel conductor hace un vaporoso aviso, se cierran las puertas. ¡No! Me parece que grito, pero nadie me oye. Saco las fuerzas que me quedan, aprieto a correr, más, pero el autobús arranca. El ruido del motor, el movimiento de la mole roja, mi última oportunidad, se va sin mí. ¡Todo acabará! Sigo corriendo. He pasado como una centella por la parada desierta, y ahora sigo corriendo al lado del autobús. Sudando a mares, respirando forzadamente como un fuelle roto, gano centímetro a centímetro la velocidad del autobús. Poco queda ya, para llegar a la puerta. Corre más. Corre más. Me dicen las crueles vocecitas. Ya estoy en la puerta. ¡Me tienen que ver! Y giro la cabeza, y los veo. ¡¿Es que no me ven!?

El conductor gira la cara. Debe de estar mirándome, pero no se con qué, pues no hay rostro en su cara. Un vacío liso y perfecto de piel, sin ojos, nariz ni boca. Los demás pasajeros tampoco parecen tenerla. ¿¡La Nada?! Tropiezo. Y caigo, el suelo se precipita hacia mí y golpea mi maltrecho cuerpo. Estoy en el suelo y veo como el autobús gana velocidad y se aleja, como burlándose de mí. Y todo cae en La Nada, de un blanco inmenso e inmaculado.

Hasta que abro los ojos. Un techo blanco, una lámpara colgante, unas paredes, unos pósters en ellas. Al lado, mi cama deshecha, con las sábanas arrugadas. Mi habitación. ¿Pero qué demonios hago yo en el suelo? Me incorporo, y miro entre legañas la hora que es, en un despertador que no despierta. ¡Las ocho de la mañana! ¡¿Pero no era todo ésto un maldito sueño?!




FD Sir Darkest

21 d’abr. 2010

Gràcia, 1938

Gràcia, 1938


Baixava les escales amb presses, que semblaven no acabar-se mai. Hi havia molta gent al meu voltant, i anava darrere una dona que portava un nen d’uns tres anys en braços. Ningú parlava, ningú feia comentaris, ningú somreia. Les cares eren d’esforç, cansament, por i incertesa. Només el plor estrident i desconsolat de dos infants, que percebien l’ambient enrarit, trencava la monotonia de la fressa que feia tothom en baixar les escales, que s’endinsaven a les entranyes de la ciutat.

De l’exterior ens arribava, tènue, el so insistent d’una sirena antiaèria, semblant a un lament interminable. La gent portava farcells, maletes, mantes; o no portaven res, o el que havien pogut agafar a corre-cuita. Tot el que veia semblava antic; les robes,els objectes, la decoració enrajolada de les parets... gairebé com si hagués d’estar tot en blanc i negre, i jo ho veia en color. Arribant al final del descens, es van començar a sentir els primers tremolors de les bombes, que feien vacil•lar les llums del metro. Vam arribar a l’andana. La que teníem enfront, a l’altra banda de les vies, també estava plena de gent que s’hi havia instal•lat amb matalassos i mantes, o que encara buscava lloc. Les cares eren les de la gent del barri, i qui no estava dormint ja, com els nens, portava la fatiga escrita a la cara.

Li vaig parlar a la dona que venia davant meu, a qui tractava de mare. Sembla ser que el nen que portava en braços era el meu germà, tot i que aquelles cares no em sonaven de res. Vam estirar una manta al terra, i hi vam jeure. Vaig preguntar a qui sembla ser que era la meva mare, pel meu pare a qui, per cert, no veia enlloc. Qui sembla que era ma mare em va contestar com si li hagués fet la pregunta un miler de vegades: “està a la guerra”. Vaig notar una sensació de frustració, com si realment fos jo aquella – nena? – que parlava amb la seva mare. Acte seguit, un fort tremolor va fer caure polsim del sostre, hi hagué un silenci tens, i se’n va anar la llum.

– Irene! – Sentia que em cridaven, tot i que ningú de l’andana em deia res. Era com si no me n’adonés, com si no pogués reaccionar. De cop, enmig de la foscor, es van encendre unes tènues llums de gas i em va atrapar el son, mentre tancava els ulls i em recolzava al cos de la meva mare. Llavors, vaig notar una estranya sensació de vertigen i vaig obrir els ulls. Davant els meus nassos hi havia una paret de rajoles, pintades de colors blaus i verds, a l’estació de Fontana, just al costat de l’enorme boca negra del túnel. Tenia la mà dreta oberta, recolzada a la paret, i vaig enretirar-la, mentre una estranya força invisible l’atreia cap a la paret, com si fos un imant. Tot havia tornat al 2010, les robes, les parets blanques, la gent...

– Irene! Què feies? – em va preguntar el David, la meva parella. – Res... només que... era com si estigués dins d’una nena... era tot molt estrany... – li vaig balbucejar. No sabia com explicar-li-ho.

– Va home va, si estaves com dormida tocant la paret! – em va dir, entre estranyat, divertit i encuriosit. – No sé què ha passat, la paret m’ha atret i de cop estava aquí, a la mateixa estació, però com si fos el 1938. Era tot tan real! - li vaig dir.

– Au va! I com vols que m’ho cregui? – em va respondre, mig rient.

– Sí home sí, era com si la paret m’hagués atrapat en tocar-la, ha sigut com... tocar la Història. – li vaig contestar, mentre m’aturava pensant en el que havia dit.

– Vinga va! Anem, que encara farem tard! – i el David em va agafar de la mà, camí de les escales mecàniques.




Aquí teniu l'enllaç a la publicació original del concurs.

Distancias

Éste relato apareció anteriormente en el blog, publicado por JR Santana, y éste es el enlace a la publicación original en la web del 4º Concurso de Relatos Cortos de TMB. Se ha trasladado para que aparezca más tarde que la Inauguración del blog.



Distancias

La magnánima Tokio, variopinta y ruidosa, refugio perfecto para el fugitivo emocional. Casi diez años hacía entonces que vivía allí, alejado de el mundo que conocía, intentando superar el ayer. Pero el pasado no desaparece a gusto. Menos uno como el mío. Y menos todavía uno con ella. Qué patética es la condición humana, cuán propensa al dolor. La causa y razón de mi huida resultaba ser el tormento de lo que me gustaba etiquetar como «una nueva vida». Aquella moderna tendencia de los inconformistas a buscarse a sí mismos más allá del horizonte se me presentó tentadora, quise contagiarme de aquella inhibición, pero yo no era como ellos. Yo no podía olvidar. Debía de ser inmune al remedio de la distancia, alérgico al recuerdo marchito... pues no dejaba de hallar su reflejo en las miradas, como la suya, vidriosas; su aura de misterio en las voces, como la suya, frías; su feminidad en los aromas, como el suyo, intensos.
Tenía que hacer algo, con
tinuar en aquel estado era enfermizo. A la sombra de los cerezos del Chidorigafuchi me decidí a escribirle una carta con papel reciclado, pensando que sería algo así como bohemio, y quizá más romántico que un frío e-mail. Nunca se me habían dado bien estas cosas:
«Siento no haberme atrevido a decírtelo, siento no haber sido capaz de recorrer las tres paradas de metro que separaban tu casa de la mía, siento haber huido como un cobarde, [...] y puede que esta carta llegue con años de retraso, [...] pero has de saber que te quise con locura. [...] Y aún hoy te anhelo».
Lo único que hoy recuerdo de los meses siguientes fue una ardua espera entre fideos instantáneos, sukiyaki y tempura. No había correo. No habría correo.
Una mañana lluviosa de verano, la esperanza renació, recibí carta. Suya. Temblando, me apresuré a abrirla, pero en su interior no había nada... Hurgué en el sobre... ¡Sí! Había... un... ¿ticket de metro? ¡Una T-10 a estrenar! Solo una T-10...
Minutos después le pedía al taxista que me llevara a Narita con lágrimas en los ojos y el corazón en la garganta.


20 d’abr. 2010

Nuestro Vagón

Éste - aquí está en enlace a la publicación original - es el relato de Inauguración del blog El Penúltimo Vagón, un blog de escritores de relatos, cuentos y otros escritos relacionados con el Concurs de Relats Breus de TMB, que por éste año 2010 cuenta ya su IV edición, ampliando cada año sus recursos, la cantidad de escritores, la calidad de lo que se escribe, y su organización. Éste blog nace de la voluntad de mantener contacto literario - y ya veremos si personal xD - entre una seire de escritores que, a base de publicar, comentarse y evaluarse, ha ido conociéndose por las ondas cibernéticas aprovechando cada Concurs, usando el mismo como excusa para crear, leer, participar y pasar un buen rato literario, que al fin y al cabo es de lo que se trataba y de lo que se trata. Des de los administradores esperemos que os guste éste relato, que os guste el blog, que si queréis publicar relatos lo comuniquéis a los mails de contacto para que podáis ser uno de los 100 colaboradores que Blogger nos permite tener, y sobretodo; que leáis, valoréis y comentéis, pues es lo que le da riqueza a éste Vagón, Nuestro Vagón.



Salut y libros!!




Nuestro (penúltimo? xD) Vagón

Curioso ha sido el efecto de este concurso en mis viajes en metro. El indispensable libro que siempre llevo en el bolsillo queda cerrado sobre mis rodillas. Tras comprobar que sólo un lince podría leer las grafías desenfocadas que emiten las pantallas, miro al resto de pasajeros. Escruto su temática, su estilo, su léxico, su sintaxis. Me pregunto si esa mujer de ojos bondadosos que desenvuelve la merienda de su hijo será Irlanda. Quizá ese joven sudoroso e inquieto sea Sir Darkest. Aquél que lee con fervor un periódico deportivo podría ser Smith. La chica vestida de colores que apoya en el pecho su carpeta, Andrea Cori. El Sr Po quizá el que vocifera con un amigo a carcajadas. JR Santana aquel de vez en cuando detiene su lectura y parece buscar algo alrededor, quizá esas flores que embellezcan el vagón… ¿Y esa chica que me mira? Es preciosa. Mirada atrevida y sin pinta de fulana, quizá sea Mengana. Me dan ganas de levantarme y gritar ¡Margenet! ¡Me encantó la morriña de tu gallego!¡¡¡¿Está por aquí Macondo?!!! ¡Celebremos el día de las palabras! ¡Gastemos como Fernando Pessoa la vida en literatura! ¡Adoremos a la grafía como a un tótem o a un mesías! ¡Hagamos de este vagón del metro un nuevo Quatre Gats! Un Cafè de l’Opera para todos los públicos. Que la T10 sea el billete de entrada a la Literatura y nuestras memorias subterráneas salgan por fin a la luz. Si allá arriba queda ese circo rodeado de estrellas al que llamamos mundo, aquí abajo, en el subsuelo, las estrellas habéis sido todos vosotros. Felicidades.

A tod@s aquell@s que no he nombrado, daos también por saludados y aceptar mis disculpas. Si Walt Withman no consiguió citarlo todo… qué puede pretender Leolo. Espero también encontraros algún día, en el metro.



Leolo







Oh! benvinguts, passeu, passeu...